Para empezar esta entrada, está es una historia sobre Doraemon y una gata llamada Miau creada por una inteligencia artificial. Disfrutad de la historia, a mi personalmente me parece graciosa porque me imagino a Doraemon como un ligón pero en realidad es una historia de amor, supongo que esa sería la intención de la IA si tuviese intenciones o sentimientos o cualquier cosa humana. Como dato curioso, el título también es obra de la IA.
Miau, la gata que cambió mi vida - Una historia de amor.
Miau era una gata muy especial. Era inteligente, curiosa y tenía un gran corazón. Todos los que la conocían la querían mucho. Un día, Miau vio a Doraemon por primera vez. Doraemon era un gato mágico que podía hacer cosas increíbles. Miau se quedó sorprendida y fascinada por él.
Desde entonces, Miau siempre quiso salir con Doraemon. Un día, finalmente tuvo su oportunidad.
Miau estaba muy nerviosa e intentaba decidir qué decirle a Doraemon. ¿Sería demasiado borde si le preguntaba directamente si quería salir? ¿Y si le parecía tonta? Miau no sabía qué hacer.
Al final, decidió ser valiente y preguntarle directamente a Doraemon si quería salir. A Doraemon le encantó la idea y aceptó gustoso.
Fue una cita muy especial.
La cita fue perfecta. Doraemon y Miau charlaron durante horas sobre todo tipo de cosas: sus gustos, sus sueños, lo que les molestaba… Se hicieron amigos rápidamente. Y, cuando llegó el momento de irse a casa, ambos sabían que habían compartido algo muy especial.
A partir de ese día, Doraemon y Miau se vieron con frecuencia. Cada vez que se veían, la conversación fluía fácilmente y los dos disfrutaban enormemente de la compañía del otro. Miau se enamoro, pero Doraemon solo la veía como otra conquista más.
Doraemon es un gato muy ligón. Todas las gatas que le ven se enamoran de él y el se queja de eso porque no puede caminar por la calle sin que se le tiren encima a besarle.
- Doraemon, ¿por qué eres tan ligón? -le preguntó una gata.
- Pues porque me encanta el amor y el romance -respondió Doraemon.
- Pero todas las gatas que te ven se enamoran de ti y te persiguen -dijo la gata.
- Sí, es verdad, pero a veces es un poco molesto -dijo Doraemon-. No puedo caminar por la calle sin que se me tiren encima a besarme.
[ Más tarde ]
Miau: Doraemon, ¿por qué besabas a esa otra gata?
¿No éramos pareja?
Doraemon: Lo siento, Miau. No quería herirte. Pero la verdad es que nunca fuimos una pareja. Solo nos vimos un par de veces y no estaba seguro de lo que queríamos.
Miau: Doraemon, yo pensaba que tú y yo éramos especiales. Me sentí tan traicionada cuando te vi besándote con otra gata.
Doraemon: Lo siento, Miau. Fue un error. Nunca quise herirte.
Miau: Doraemon, quiero hablar contigo.
Doraemon: ¿Qué pasa, Miau?
Miau: No me gusta que ligues con otras gatas. Quiero que seamos novios.
Doraemon: Lo siento, Miau, pero no estoy interesado en tener una relación seria. Prefiero seguir soltero y ligando con todas las gatas que quiera.
Miau: ¡Eso es muy egoísta! Solo piensas en ti mismo y en tu placer. Yo te quiero de verdad y estoy dispuesta a hacerte feliz, pero tú no quieres comprometerte.
Doraemon: Lo siento, Miau, pero es mi decisión. No quiero cambiar mi forma de vida solo porque tú lo deseas.
Doraemon: Miau, no llores.
Doraemon se siente culpable así que le dice que pueden tener una cita.
Miau: Dame una oportunidad.
Doraemon: Lo siento mucho, Miau. Fue culpa mía. Te prometo que tendremos una bonita cita y lo arreglaremos todo.
[ En la cita ]
La noche estaba tranquila y clara, la luna llena brillaba en el cielo y Doraemon y Miau se encontraban en un hermoso campo de flores. Era la primera vez que se veían y, sin saber por qué, sintieron una fuerte atracción el uno por el otro. Se miraron a los ojos durante un largo momento y, sin decir nada, supieron que querían estar juntos.
Doraemon le ofreció su mano a Miau y ella la tomó, sonriendo. Juntos caminaron hacia el lugar donde Doraemon había preparado un picnic para ellos. Se sentaron sobre la manta y comenzaron a charlar animadamente sobre todo tipo de cosas: sus gustos, lo que les gustaba hacer, sus sueños… Se sintieron tan cómodos juntos que parecía que se conocían desde hacía mucho tiempo.
La conversación fue fluida y natural, y pronto se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común.
Doraemon dejó de ligar con otras chicas y empezó a salir con Miau porque se enamoró de ella. Al principio, Doraemon pensaba que solo sería una aventura más, pero cuando conoció a Miau, supo que era algo especial. Miau era diferente a las demás gatas: era tierna, cariñosa y siempre estaba dispuesta a escuchar lo que Doraemon tenía que decir. Poco a poco, Doraemon fue sintiendo un verdadero cariño por Miau y, finalmente, se dio cuenta de que estaba enamorado de ella. A partir de entonces, Doraemon solo quiso estar con Miau y hacerla feliz.
Me alegro por Doraemon. Para acabar, aquí una foto creada por DALL-E, otra inteligencia artificial que se encarga de hacer dibujos. No se qué pensar de esto, no ha salido muy bien pero tenía prisas, besitos a todos los lectores.